Para entender la diferencia entre ellos, veamos uno por uno cómo es el proceso.
Cascos Sólidos: Estos cascos son los más caros del mercado, ya que es muy difícil construirlos. Se necesita una madera muy densa y sin imperfecciones. El método consiste en tomar un tronco, ahuecarlo y en él esculpir y pulir un casco de una única pieza. Es realmente difícil y por eso no verás muchos tambores como esos. A veces los cascos parecen abombados y es para que tengan mayor resistencia a la tensión de los herrajes. A pesar de ser sólidos son los tambores más frágiles. La más mínima caída, golpe o cambio de temperatura brusco, pueden ocasionar un daño irreparable. Tienen el sonido más puro que se le puede sacar a un redoblante.


Cascos por Bloques: En este caso, básicamente es cortar bloques de madera, unirlos y pulirlos para darle la forma circular. Existen dos formas de hacerlo: stave o segment. En los staves, los bloques se pegan de manera vertical, como se hacen los barriles. En los segment, las piezas se colocan horizontalmente de forma cruzada, como una pared de ladrillos, obteniendo una enorme resistencia. Con estas técnicas se pueden usar maderas que tienen mucha resistencia a la torsión, pero que tienen unas propiedades acústicas excelentes. También se pueden usar combinaciones de varias maderas.
Casco Segment
Casco Stave
Cascos Laminados: Estos son los cascos del 99% de los tambores. Son láminas muy finas moldeadas con vapor y pegadas entre ellas por una capa de adhesivo. Este tipo de casco es el estándar de las marcas comerciales ya que es el más económico y rápido en cuanto a su fabricación y puede ser hecho en serie en fábricas de forma industrial. Al tener tanto adhesivo, la madera no vibra libremente, sin embargo los cascos de alta gama suenan fantásticos.

Como verás, ahora tenés más cosas a tener en cuenta para comprar tu próximo tambor. Además de la marca, fijate en el tipo de construcción. Si tenés alguna duda, escribí en los comentarios. Saludos!!